En cuatro días, los talibanes tomaron el control de Aibak, ciudad capital de Samangan, al norte del país. Esta sería la sexta capital provincial invadida por combatientes talibanes.
De acuerdo con el vicegobernador de Samangan, los talibanes tienen «el control total» del territorio. Esta información fue confirmada por un portavoz talibán que tuiteó que todas las instalaciones gubernamentales y policiales en Aibak habían sido «despejadas».
El grupo armado asegura que sus combatientes controlan la gobernación provincial, la dirección de inteligencia, el cuartel general de la policía y todos los demás edificios oficiales.
La caída de Samangan mantiene en jaque a las fuerzas de seguridad afganas, a pesar que comandos y fuerzas de respaldo llegaron a otras provincias «caídas». Kunduz, Takhar, Jowzjan, Sar-e-Pol, Nimruz, y ahora Samangan son los territorios críticos.
La siguiente movida
El lunes, portavoces de los talibanes anunciaron que se mudarían a Mazar-i-Sharif, la ciudad más grande del norte de Afganistán. Las provincias de Balkh, Badakhshan y Panjshir serían las siguientes en ser tomadas, según los planes del grupo radical islámico.
Sin embargo, la mayor preocupación es la toma del aeropuerto de Kunduz. El domingo, el Ministerio de Defensa afgano afirmó que las fuerzas gubernamentales habían iniciado operaciones de limpieza en Kunduz pero, según fuentes locales, los talibanes ya están a 3 km del aeropuerto y los combates en la ciudad se intensifican.
Dado que la carretera de Kabul a Kunduz ha estado bajo el control de los rebeldes durante varios meses, los residentes temen que una toma del aeropuerto por los talibanes sea un «desastre».
Los funcionarios de salud en Kunduz dicen que han tratado a decenas de civiles heridos desde el domingo por la tarde, cuando los talibanes ondearon por primera vez su bandera blanca en la plaza principal de la ciudad.
Mientras tanto, los residentes de Kandahar, Herat y Lashkar Gah dicen que los combates todavía se libran cerca de sus capitales.
