Un estudio publicado por Botanic Gardens Conservation International (BGCI) asegura que al rededor de 17.500 especies de árboles, lo que se traduce en el 30% de todos los árboles del mundo, están en riesgo de extinción. A otras 440 especies les quedan menos de 50 especímenes en su hábitat natural.
Lo que más sorprende en el informe es que el número de especies arbóreas amenazadas es el doble de todos los mamíferos, aves, anfibios y reptiles amenazados juntos.
«Este informe es una llamada de atención para todos en todo el mundo de que los árboles necesitan ayuda», dijo el secretario general de BGCI, Paul Smith.

Es importante resaltar que los árboles son vitales para la humanidad y toda vida en el planeta. Producen oxígeno, purifican el aire, forman suelos fértiles, evitan erosión, mantienen los ríos limpios, captan agua para los acuíferos, sirven como refugios para la fauna, reducen la temperatura del suelo, propician el establecimiento de otras especies, regeneran los nutrientes del suelo, entre muchas otras cosas.
Los árboles nos ayudan a combatir el calentamiento global y el cambio climático, por lo que la extinción de una sola especie podría provocar la pérdida de muchas otras.
“Cada especie de árbol es importante, para los millones de otras especies que dependen de los árboles y para las personas de todo el mundo”, agregó Smith.
La preservación de los árboles importante pero no para los Gobiernos

En los seis países con mayor biodiversidad y diversidad arbórea, en los que está Brasil, Australia, China, Colombia y Ecuador, miles de variedades de árboles están en alto riesgo de extinción, de acuerdo con el informe del BGCI. Tan solo en Brasil, 1.788 especies están en riesgo.
La agricultura, la tala de madera y la ganadería son los tres factores más nocivos para los árboles, pues su deforestación masiva ha sido por alguna de estas actividades económicas.
En el mundo, son contados los países que cuentan con políticas públicas para regular la tala de árboles. Y son aún más contados los gobiernos que implementan sus legislaciones para garantizar su preservación.