El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) afirmó hoy que la tasa de desempleo en Colombia es menor este año a la del año pasado. Sin embargo, la pobreza en el país es más del 40%. ¿Qué es lo que está pasando en Colombia?
Pobreza en tiempos de pandemia
Por la crisis económica derivada de la pandemia, más de 3 millones de personas cayeron a la pobreza en Colombia. En un informe de 2020, el Dane anunció que 21,2 millones de colombianos viven en condición de pobreza.
La mayoría de estos habitan en ciudades o centros urbanos, donde más decrecimiento económico hay.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, la pobreza rural pasó de 47,5% en 2019 a 42,9% en 2020.
Blanca Cecilia Zuluaga, directora del doctorado en Economía de los Negocios de la Universidad Icesi, aseguró que “en 2020, el sueño de cerrar la brecha rural urbana se cumplió de una manera muy desafortunada: no ocurrió porque la pobreza rural cayera a los niveles de la urbana, sino porque la urbana se incrementó 10,1 puntos porcentuales, alcanzando los mismos niveles históricamente elevados de la pobreza rural”.
De acuerdo con el Dane, el aumento de la pobreza monetaria fue un fenómeno principalmente urbano. Pero ¿por qué? Si históricamente la ruralidad colombiana ha estado más golpeada por la pobreza y pobreza extrema.
Programas sociales
En Colombia hay transferencias monetarias “sociales”, como Ingreso Solidario o Familias en Acción. En 2020, estos programas se destinaron a hogares de extrema pobreza en el marco de la emergencia por COVID-19.
El director del DANE, Juan Daniel Oviedo, aseguró que sin los apoyos monetarios del Gobierno la pobreza rural habría subido hasta el 50 %. De igual manera, Roberto Angulo, socio fundador de la firma Inclusión SAS, resalta que estos programas mitigaron 7,1 puntos de la pobreza rural y casi 10 de la pobreza extrema.
En la actualidad, para que una familia rural salga de la pobreza debe devenir más de $112.000 COP (31 USD) al mes. Los incentivos que entregó el estado eran por más de $160.000 COP (44 USD), por lo que una familia que recibiera la ayuda estatal, ya no era considerada pobre en las zonas rurales.
No ocurrió lo mismo en las ciudades, pues el costo de vida es más elevado. En promedio, el gasto mínimo en las cabeceras municipales es de $369.688 (102 USD), mientras que en la ruralidad es $199.828 (56 USD).
Economía en el campo
En el campo, una de las actividades económicas más comunes son las agropecuarias. Estas proveen más del 60% del empleo rural, y no pararon en ningún momento de la pandemia.
Sin embargo, sin las ayudas estatales muchos campesinos no hubieran podido superar la crisis. A esto hay que sumarle que si los hogares urbanos no se recuperan de la crisis, los hogares rurales pueden verse afectados, pues no podrían comprar sus productos.
Expertos, además insisten que es necesario la implementación de los compromisos del Acuerdo de Paz para la zona rural, que buscaban cerrar las breachas entre la ruralidad y las ciudades.