El domingo por la tarde, aviones no tripulados de Estados Unidos bombardearon un vecindario en la capital afgana donde murieron diez miembros de dos familias. Según el gobierno del país americano, los objetivos eran combatientes del Estado Islámico de Khorasan (ISPK), pero las víctimas eran civiles que tenían entre dos y 40 años.
Las familias Ahmadi y Nejrabi ya tenían todo listo para ser evacuadas de Kabul y poder huir a Estados Unidos, lejos de la violencia de su país. Pero el domingo 29 de agosto, un dron militar lanzó un cohete sobre la casa familiar.
“Eran niños inocentes e indefensos”, dice Aimal Ahmadi, quien perdió a su hermano, sobrinas y sobrinos en el ataque. «Si no hubiera salido a comprar víveres, muy fácilmente podría haber sido una de las víctimas».
Sin embargo, Aimal tuvo que escuchar por horas cómo los medios nacionales e internacionales se referían a su familia como «presuntos objetivos del ISKP» mientras recogían sus restos con sus propias manos.
La verdadera historia: no son terroristas, son civiles
Aimal narra que su hermano, Zemarai, un ingeniero de 40 años, acababa de llegar a casa del trabajo. Como las familias esperaban escapar a Estados Unidos, Zemarai le pidió a uno de sus hijos que estacionara el automóvil dentro de la casa de dos pisos. Quería que sus hijos mayores practicaran sus habilidades para conducir antes de llegar a Estados Unidos.
Varios de los niños se apresuraron a subir al automotor, queriendo hacer el corto trayecto desde la calle hasta el jardín de la casa familiar.
«Cuando el automóvil se detuvo, fue cuando el cohete golpeó«, dijo Aimal.
Tras la explosión, familiares y vecinos acudieron frenéticos al lugar intentado ayudar o salvar a algún herido. Sin embargo, algunos de los testigos describieron la escena como «de terror«. Carne humana pegada a las paredes, huesos caídos entre los arbustos, paredes manchadas de sangre, y cristales rotos por doquier. (Provigil)
La víctima más joven fue una niña de dos años, de quien solo encontraron sus zapatos.
La respuesta de Estados Unidos
Estados Unidos sostiene que llevó a cabo «un ataque aéreo no tripulado de autodefensa contra un vehículo en Kabul, eliminando una amenaza inminente de ISIS-K (ISPK)», anunciaron el domingo.
Esa noche, el ejército estadounidense dijo que había iniciado investigaciones sobre el incidente.