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Dos miembros de la familia de la policía del sur de Florida murieron este fin de semana por COVID19.
Ambos hombres tenían poco más de 30 años y las personas más cercanas a ellos sienten que esto es una prueba más de que el coronavirus debe tomarse en serio.
Shannon Bennett, de 39 años, es una de las últimas víctimas de COVID19.
También era un veterano de 12 años de la Oficina del Sheriff de Broward, un oficial de recursos escolares de la Primaria Deerfield Beach.
El oficial Bennett informó sentirse enfermo el 23 de marzo y fue a la sala de emergencias solo unos días después. Murió el viernes por la noche.
La muerte de Bennett arroja una pregunta importante que se hace en todo el país, y es si se está haciendo lo suficiente para proteger a los socorristas, las personas cuyo trabajo, todos los días, es protegernos.
Otro oficial, miembro de la Oficina del Sheriff del Condado Palm Beach, también murió a causa del virus.
El sargento José Díaz Ayala, de 38 años, había estado lidiando con otros problemas de salud antes de ser infectado con COVID19.
