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Una propietaria del sur de Florida tiene lo que su abogado llama «el inquilino del infierno».
Ahora es el hogar de un poste de striptease, motos de agua y grandes fiestas de manera regular sin tener en cuenta el distanciamiento social.
El propietario contrató a Jonathan Neuman para iniciar el proceso de desalojo. «El problema con eso», dice el abogado, «es que el gobernador ha cerrado todos los desalojos residenciales en el estado».
Los vecinos dicen que desde que la alquilaron en marzo, la casa en la comunidad de Normandy Waterway de Miami Beach ha sido escenario de grandes fiestas casi a diario, a pesar de la pandemia de COVID-19.
Los vecinos grabaron varias reuniones de diferentes personas, incluida una con luces y una cámara, pero sin distanciamiento social ni máscaras.
Un poste de stripper instalado en la casa y la producción de videos ilícitos también, dijo el abogado.
Se supone que la moratoria sobre los desalojos protege a aquellos que luchan para llegar a fin de mes debido a la pandemia. La ley no estaba destinada a proteger a inquilinos inescrupulosos que podían pagar su renta pero decidían no hacerlo, dijo Neuman.
