Diariamente, a las playas de Necoclí llegan cerca de mil migrantes que han atravesado todo el país desde la frontera con Ecuador, al sur de Colombia. De acuerdo con autoridades locales, en el municipio antioqueño hay represados al rededor de 19.000 migrantes, quienes desde hace dos meses viven la escasez de agua potable y de saneamiento básico común en Necoclí.
En Urabá antioqueño, cerca de Turbo, Antioquia, se encuentra el municipio costero que se ha convertido en el parador obligatorio para miles de migrantes que quieren llegar a Panamá. El trayecto de los migrantes comienza en Ecuador, y quienes por carretera llegan hasta Necoclí para luego tomar transporte marítimo que los lleve hasta los municipios de Acandí o Capurganá, en Chocó, para luego cruzar a Panamá.
Los migrantes, provenientes mayoritariamente de Haití, Cuba, Chile, Senegal y Ghana, buscan llegar a Estados Unidos y Canadá, por lo que deben atravesar Centroamérica para llegar a sus destinos.
El tapón se genera porque Panamá restringe la movilidad en la frontera, pues permite el tránsito de solo 500 personas al día. Esto lleva a que miles de migrantes estén represados en el municipio donde no hay condiciones óptimas para sus habitantes, que son 20.000, y mucho menos para los 19.000 migrantes que ya están allí.
Ejemplo de esto es el agua potable. Ya que en Necoclí el agua no es apta para ser consumida por el humano, y la potable escasea, muchos migrantes se enferman porque beben el agua del grifo. La producción de basuras se ha triplicado por la crisis migratoria, pasando de 15 a 45 toneladas diarias de desperdicio.
A esto se le suma la crisis en el sistema de salud, pues pasaron de atender de 10 a 50 pacientes al día. Además del déficit fiscal que se tiene con el hospital y que la institución no puede soportar la carga económica.
Los migrantes, entre la espada y la pared
La espera de los migrantes se ha convertido en una crisis migratoria para todos, pues ‘la cola’ es cada vez más larga y el dinero de muchos se agota. Caribe SAS, una de las dos empresas encargadas del transporte entre Necoclí y el Chocó (Acandí o Capurganá), informó que tienen vendidos tiquetes hasta el 20 de octubre.
Esto quiere decir que para los migrantes que lleguen hoy a Necoclí les aguarda una espera de casi 25 días.
Los migrantes que deciden no esperar tienen la opción de buscar un vehículo ilegal donde «es muy factible que se hunda”, según expertos.
Una vez los migrantes llegan a Capurganá o Acandí, toman una moto hacia el Tapón del Darién, una zona catalogada como «la región más intransitable y peligrosa de América Latina«. Esta selva tropical se encuentra entre Colombia (Chocó y Antioquia) y Panamá, es uno de los lugares más biodiversos del mundo, pero donde ha sido posible el tráfico de drogas, armas y personas.
